Las relaciones de pareja son muy complejas. Y cuando se
trata de la búsqueda de la pareja ideal, las cosas se pueden complicar
bastante. ¿Y qué ocurre cuando esta búsqueda la hace una mujer inteligente? Para
empezar esta búsqueda se puede alargar para años. Una mujer inteligente no le
teme a la soledad. Ella sabe afrontarla con dignidad. La mujer inteligente
nunca se desespera por estar con alguien porque sabe que siempre es mejor estar
sola que mal acompañada. Pero este hecho no quita que la mujer inteligente
desee ser querida, amar y tener pareja. Una mujer inteligente tiene
sentimientos, pero sabe mantenerlos a raya. Todo esto no facilita en absoluto
la tarea de buscar a un compañero perfecto.
Es más, para los hombres las mujeres inteligentes no siempre
son bienvenidas. Parece extraño, pero cierto. Ningún hombre puede permitir que
la mujer que esté a su lado sea más inteligente o más fuerte o lo que sea más
que él. El hombre por su naturaleza es depredador y conquistador. Por ello a
los hombres les cuesta bastante aceptar que la mujer sea más inteligente que él
mismo. Además, el Ego masculino es tan grande como frágil a la vez. Con lo cual
esto también dificulta a la mujer inteligente el acercamiento con los hombres.
El hombre normalmente sabe que una mujer inteligente averiguará de una forma
veloz todos sus puntos débiles, sus defectos y sus deseos ocultos. Ningún
hombre presenta ni una pizca de misterio para una mujer inteligente. Por ello
los hombres no suelen permitirle a la mujer inteligente acercarse demasiado. Se
sienten vulnerables. Y eso es lo peor que le puede pasar a un hombre.
Todo esto conlleva a que las mujeres inteligentes muchas
veces se vean solas y por mucho tiempo. También está el hecho de que la mujer
inteligente no va a permitir a cualquiera ser su pareja sentimental. Una mujer
inteligente sabe en todo momento lo que ella quiere y lo que no. Eso hace que
muchos pretendientes no tengan oportunidad alguna. Eso hace que el círculo para
la elección de la pareja se estreche al máximo.
¿Entonces qué ocurre? ¿La mujer inteligente no tiene
demasiada elección? Pues así es. Por eso los tiempos de espera de la llegada de
su príncipe azul pueden ser muy largos. Pero eso no debe entristecerla porque ella
sabe que encontrará lo que busca y va a ser exactamente tal y como ella lo
quiere. De lo contrario se quedará sola y encontrará la felicidad en esa
soledad. Una mujer inteligente sabe cómo sacar el máximo provecho de su vida.
Allí es donde radica la magia. La mujer inteligente es capaz de crear la
felicidad. Ella no necesita ir en búsqueda de esa tan deseada felicidad y menos
todavía la buscará o la exigirá de una persona. La mujer inteligente es
creadora, es muy constructiva y muy capaz. Ella es feliz incluso en las situaciones
más difíciles y complejas, porque ansia adquirir la experiencia vital que le
aporta aún más fuerza.
La mujer inteligente sabe qué clase de hombre está a su
altura. Como también sabe que no es nada fácil de encontrar. Por ello, lo
espera con toda la paciencia del mundo, tan infinita que ni la profundidad del
mar se puede comparar con esa infinidad. A su lado puede estar solo un hombre
valiente que no teme parecer alguien menos que ella, un hombre inteligente que
pueda compartir experiencias y conocimientos valiosos. El hombre ideal de la
mujer inteligente es, al igual que ella, sabio y constructivo y puede construir
y crear la felicidad de la nada. Juntos son poder en estado puro y saben que
merece la pena esperar ese encuentro todo el tiempo que haga falta.