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Quiero adelgazar – meta que la gran mayoría de las mujeres
nos planteamos y quizá más de una vez en nuestra vida. Y una vez más la
decisión de adelgazar parece firme e inconmovible. Pero esta vez antes que nada
te invito a una serie de reflexiones. Y de una vez, hazlo bien. No repitas la
misma rutina de siempre dieta – dieta – dieta, ejercicio – ejercicio –
ejercicio, adelgazar – adelgazar –
adelgazar, extenuarse - caer en la derrota
– rendirse – engordar de nuevo. ¿Cómo comenzabas siempre el proceso de
adelgazar? Tu primer paso siempre era la dieta. Esta vez comienza de otro modo.
El primer paso para adelgazar no es la dieta. El primer paso para adelgazar es
ACEPTARSE uno mismo tal y como es. Sí, así es. Pero no quiero decir aceptarse y
allí termina todo el proceso. No. Lo que quiero decir es que hay que aceptarse
uno mismo, pero no detener allí su crecimiento personal y mejoras físicas o de
cualquier otra índole. Siempre podemos perfeccionarnos, pero partiendo de una
aceptación de uno mismo sólida. De esta manera, no pretenderás a un cambio
brusco y radical. Cuando uno no se acepta tal y como es, desea cambiar su imagen
u otro aspecto de sí mismo, de la noche a la mañana, porque no soporta ser
quien es. Ansia despertarse siendo otra persona. Pero nunca podrá conseguirlo. Porque
uno es tal y como es y no puede reemplazar su imagen por otra sin más. Aunque
consigas cambios drásticos y sustanciales de forma rápida, poco probable que
estos cambios se mantengan en el tiempo. No te engañes a ti misma. Tú eres como
eres y volverás a ser como eras tan rápido como conseguiste los cambios. Porque
estos cambios se han instaurado de forma, digamos, engañosa. Como la cenicienta
en el cuento a las 12 de la noche dejó de ser princesa, tú dejarás de ser esta
persona en la que te convertiste porque como la cenicienta utilizaste la magia.
Dejemos de magia y volvamos al mundo terrenal. Los cambios duraderos solo son
posibles si se consiguen cambiando los hábitos, no a ti misma. Tú seguirás
siendo la misma persona. Por ello es tan importante este primer paso –
ACEPTARSE. De este modo, serás paciente y conseguirás mejores resultados a
largo plazo.
Pienso que el cambio físico debe comenzar por un cambio desde
dentro, de ciertas ideas, de algunos aspectos de tu interior. Ese será un
cambio de calidad y, por lo tanto, permanente. Una vez te hayas aceptado tal y
como eres debes aprender a AMARTE a ti misma tal y como eres. Cierto es que las
investigaciones hace años demostraron que las personas con mejor aspecto físico
logran más éxito en todos los aspectos de la vida. Sin embargo, el aspecto
físico no está directamente relacionado con el éxito, sino que la CONFIANZA en sí mismo que brinda una imagen agradable
es la que facilita más las cosas. Dos personas delgadas, en las mismas circunstancias
y con absolutamente la misma meta, lo conseguirá antes y lo hará mejor aquella
persona que tiene más CONFIANZA en sí misma. Y fíjate, ambas son delgadas. Por lo
tanto, el cuerpo esbelto no te abrirá todas las puertas. A no ser que comiences
tu transformación AMÁNDOTE tal y como eres y CONFIANDO en ti misma. Es un
aspecto muy importante. Si no te quieres ¿cómo pueden quererte otras personas? ¿Cómo
puedes querer tú a otras personas si no te quieres ni a ti misma? Todo AMOR
comienza por el AMOR por sí mismo. No hablo de amor tan feo y avaro como
egocentrismo, en absoluto. Hablo de AMOR sano, lucido y grato. Un amor que es
el origen y nacimiento de todos los sentimientos más puros hacia el mundo. Un
amor que te permite CONFIAR en sí misma. Una persona que posee ese tipo de AMOR
y CONFIANZA, es una persona abierta al mundo, capaz de comprender al prójimo y,
sobre todo, dar AMOR. Resumiendo, el segundo paso es CONFIAR en sí misma y ENAMORARSE
de sí misma tal y como eres. Para poder avanzar y emprender el largo proceso de
evolución y mejoras, primero has de cumplir este paso. No puedes saltártelo. De
otro modo, mentirás a ti misma y, por lo tanto, conseguirás un cambio de
mentira, que, obviamente no perdurará en el tiempo. Lo que construyes sobre los
cimientos de mentira, nunca será estable o consolidado y te aseguro que caerá
por su propio peso.
Sigamos. El tercer paso también es sumamente importante. Hacer
dieta y ejercicio está muy bien, pero no cuando tu único objetivo es ADELGAZAR.
¿Curioso, verdad? Y seguramente ese era tu objetivo siempre que habías estado a
dieta. A primera vista parece todo muy lógico: me pongo a dieta porque mi
objetivo es adelgazar. NO. Nunca ha de ser así. Adelgazar será una consecuencia
natural del mero hecho de cuidar tu alimentación, pero no debe ser tu objetivo,
al menos no el único. ¿Entonces, cuál es el objetivo que hemos de tomar como
primordial? El objetivo fundamental debe ser TU SALUD. De ser así escogerás dietas
más saludables y equilibradas, sin exagerar ni relajarse en exceso. Y lo que
voy a decir es la clave, optarás por una dieta que podrás mantener de por vida.
Quiere decir que cambiarás tus hábitos alimenticios, no simplemente mantendrás
una dieta agónica por un breve período de tiempo. La verdadera esencia y el secreto
de un cuerpo esbelto y precioso es la SALUD y unos hábitos alimenticios sanos,
no una dieta absurda. No elijas estas dietas que lo único que harán es
marchitarte. El mantener un cuerpo bello y con ello la salud es un estilo de
vida. Es crucial. Centra tu meta en lograr una SALUD excelente y con ello y
como CONSECUENCIA ADELGAZAR. Porque insisto tanto en LA SALUD. Porque es de un
valor incalculable. Eres rica si tienes SALUD. No permitas que las dietas
irracionales te arruinen. Una persona que no posee salud no va más allá de
intentar recuperarla. Si pierdes tu salud ya no podrás pretender a un cuerpo
precioso, ni a nada más en general. Toda tu vida girará en torno a cómo volver
a sentirte bien. La pérdida de salud es una desgracia que te anclará y no
permitirá vivir plenamente. Por ello, MEJORAR LA SALUD debe ser la finalidad de
cualquier cambio nutricional.
Dicho esto, propongo una dieta saludable y equilibrada. Yo la
he llamado la dieta de la felicidad. Porque es una dieta que indudablemente te
hará sentir bien. Tu cuerpo te lo agradecerá y responderá dándote más alegría y
bienestar.
Dieta de la felicidad. (Elaborada por técnico superior en
nutrición y dietética).
Desayunos a elegir:
ü Tostada de pan integral (60g. de pan)
con aceite de oliva o tomate fresco rallado. Café con leche desnatada.
ü Un bol de cereales integrales (50g.
de cereales) con leche (un vaso de leche desnatada).
ü 5 galletas maría o 3 galletas de
avena. Un vaso de leche de soja.
ü Un plato de avena con stevia (es como
sacarina) y plátano.
Posibles almuerzos:
Fruta del tiempo o yogur
Comidas a elegir:
ü Un plato de lentejas light con mucha
verdura, carne de pollo o ternera, sin chorizo y 70g. de lentejas.
ü Ensalada de pasta: mucha verdura de hoja
verde, tomate, pepino, etc., pasta 60g., también se puede añadir frutos secos o
queso de cabra.
ü Patatas asadas con pollo al horno. 3
patatas medianas, cebolla, tomate y pollo.
ü Potaje de garbanzos. Mucha espinaca,
tomate, cebolla, jamón serrano y 70g. de garbanzos.
ü Un plato de guisado de ternera o
pavo. Cebolla, tomate, carne de ternera o pavo, judía verde, pimiento rojo y
verde, guisantes y una patata mediana.
ü Verduras a la plancha con pechuga de
pollo más 40g. de pan.
ü El domingo un plato de paella.
Advertencia: cocinar siempre con poco aceite, una cucharada sopera por
plato.
Postre: fruta de temporada 150g. o yogur.
Meriendas:
Tostada con jamón york o queso fresco o 5 galletas mará con
café con leche. (leche siempre desnatada).
Cenas:
Siempre un plato de verduras a la plancha o ensalada, o
hervido, o puré de verduras de guarnición.
De segundo pescado a la plancha, carne roja a la plancha o
tortilla francesa de 3 claras y una yema.
Postre: fruta de temporada 150g. o yogur.
MUCHA SUERTE Y DISFRUTA DE TODO EL PROCESO DE TU
TRANSFORMACIÓN, NO SOLO DE LOS RESULTADOS. No harás algo bien si no disfrutas
haciéndolo.