sábado, 30 de julio de 2016

Quiero adelgazar.

Quiero adelgazar – meta que la gran mayoría de las mujeres nos planteamos y quizá más de una vez en nuestra vida. Y una vez más la decisión de adelgazar parece firme e inconmovible. Pero esta vez antes que nada te invito a una serie de reflexiones. Y de una vez, hazlo bien. No repitas la misma rutina de siempre dieta – dieta – dieta, ejercicio – ejercicio – ejercicio,  adelgazar – adelgazar – adelgazar, extenuarse  - caer en la derrota – rendirse – engordar de nuevo. ¿Cómo comenzabas siempre el proceso de adelgazar? Tu primer paso siempre era la dieta. Esta vez comienza de otro modo. El primer paso para adelgazar no es la dieta. El primer paso para adelgazar es ACEPTARSE uno mismo tal y como es. Sí, así es. Pero no quiero decir aceptarse y allí termina todo el proceso. No. Lo que quiero decir es que hay que aceptarse uno mismo, pero no detener allí su crecimiento personal y mejoras físicas o de cualquier otra índole. Siempre podemos perfeccionarnos, pero partiendo de una aceptación de uno mismo sólida. De esta manera, no pretenderás a un cambio brusco y radical. Cuando uno no se acepta tal y como es, desea cambiar su imagen u otro aspecto de sí mismo, de la noche a la mañana, porque no soporta ser quien es. Ansia despertarse siendo otra persona. Pero nunca podrá conseguirlo. Porque uno es tal y como es y no puede reemplazar su imagen por otra sin más. Aunque consigas cambios drásticos y sustanciales de forma rápida, poco probable que estos cambios se mantengan en el tiempo. No te engañes a ti misma. Tú eres como eres y volverás a ser como eras tan rápido como conseguiste los cambios. Porque estos cambios se han instaurado de forma, digamos, engañosa. Como la cenicienta en el cuento a las 12 de la noche dejó de ser princesa, tú dejarás de ser esta persona en la que te convertiste porque como la cenicienta utilizaste la magia. Dejemos de magia y volvamos al mundo terrenal. Los cambios duraderos solo son posibles si se consiguen cambiando los hábitos, no a ti misma. Tú seguirás siendo la misma persona. Por ello es tan importante este primer paso – ACEPTARSE. De este modo, serás paciente y conseguirás mejores resultados a largo plazo.
Pienso que el cambio físico debe comenzar por un cambio desde dentro, de ciertas ideas, de algunos aspectos de tu interior. Ese será un cambio de calidad y, por lo tanto, permanente. Una vez te hayas aceptado tal y como eres debes aprender a AMARTE a ti misma tal y como eres. Cierto es que las investigaciones hace años demostraron que las personas con mejor aspecto físico logran más éxito en todos los aspectos de la vida. Sin embargo, el aspecto físico no está directamente relacionado con el éxito, sino que la CONFIANZA  en sí mismo que brinda una imagen agradable es la que facilita más las cosas. Dos personas delgadas, en las mismas circunstancias y con absolutamente la misma meta, lo conseguirá antes y lo hará mejor aquella persona que tiene más CONFIANZA en sí misma. Y fíjate, ambas son delgadas. Por lo tanto, el cuerpo esbelto no te abrirá todas las puertas. A no ser que comiences tu transformación AMÁNDOTE tal y como eres y CONFIANDO en ti misma. Es un aspecto muy importante. Si no te quieres ¿cómo pueden quererte otras personas? ¿Cómo puedes querer tú a otras personas si no te quieres ni a ti misma? Todo AMOR comienza por el AMOR por sí mismo. No hablo de amor tan feo y avaro como egocentrismo, en absoluto. Hablo de AMOR sano, lucido y grato. Un amor que es el origen y nacimiento de todos los sentimientos más puros hacia el mundo. Un amor que te permite CONFIAR en sí misma. Una persona que posee ese tipo de AMOR y CONFIANZA, es una persona abierta al mundo, capaz de comprender al prójimo y, sobre todo, dar AMOR. Resumiendo, el segundo paso es CONFIAR en sí misma y ENAMORARSE de sí misma tal y como eres. Para poder avanzar y emprender el largo proceso de evolución y mejoras, primero has de cumplir este paso. No puedes saltártelo. De otro modo, mentirás a ti misma y, por lo tanto, conseguirás un cambio de mentira, que, obviamente no perdurará en el tiempo. Lo que construyes sobre los cimientos de mentira, nunca será estable o consolidado y te aseguro que caerá por su propio peso.
Sigamos. El tercer paso también es sumamente importante. Hacer dieta y ejercicio está muy bien, pero no cuando tu único objetivo es ADELGAZAR. ¿Curioso, verdad? Y seguramente ese era tu objetivo siempre que habías estado a dieta. A primera vista parece todo muy lógico: me pongo a dieta porque mi objetivo es adelgazar. NO. Nunca ha de ser así. Adelgazar será una consecuencia natural del mero hecho de cuidar tu alimentación, pero no debe ser tu objetivo, al menos no el único. ¿Entonces, cuál es el objetivo que hemos de tomar como primordial? El objetivo fundamental debe ser TU SALUD. De ser así escogerás dietas más saludables y equilibradas, sin exagerar ni relajarse en exceso. Y lo que voy a decir es la clave, optarás por una dieta que podrás mantener de por vida. Quiere decir que cambiarás tus hábitos alimenticios, no simplemente mantendrás una dieta agónica por un breve período de tiempo. La verdadera esencia y el secreto de un cuerpo esbelto y precioso es la SALUD y unos hábitos alimenticios sanos, no una dieta absurda. No elijas estas dietas que lo único que harán es marchitarte. El mantener un cuerpo bello y con ello la salud es un estilo de vida. Es crucial. Centra tu meta en lograr una SALUD excelente y con ello y como CONSECUENCIA ADELGAZAR. Porque insisto tanto en LA SALUD. Porque es de un valor incalculable. Eres rica si tienes SALUD. No permitas que las dietas irracionales te arruinen. Una persona que no posee salud no va más allá de intentar recuperarla. Si pierdes tu salud ya no podrás pretender a un cuerpo precioso, ni a nada más en general. Toda tu vida girará en torno a cómo volver a sentirte bien. La pérdida de salud es una desgracia que te anclará y no permitirá vivir plenamente. Por ello, MEJORAR LA SALUD debe ser la finalidad de cualquier cambio nutricional.
Dicho esto, propongo una dieta saludable y equilibrada. Yo la he llamado la dieta de la felicidad. Porque es una dieta que indudablemente te hará sentir bien. Tu cuerpo te lo agradecerá y responderá dándote más alegría y bienestar.


Dieta de la felicidad. (Elaborada por técnico superior en nutrición y dietética).

Desayunos a elegir:
ü  Tostada de pan integral (60g. de pan) con aceite de oliva o tomate fresco rallado. Café con leche desnatada.
ü  Un bol de cereales integrales (50g. de cereales) con leche (un vaso de leche desnatada).
ü  5 galletas maría o 3 galletas de avena. Un vaso de leche de soja.
ü  Un plato de avena con stevia (es como sacarina) y plátano.

Posibles almuerzos:
Fruta del tiempo o yogur

Comidas a elegir:
ü  Un plato de lentejas light con mucha verdura, carne de pollo o ternera, sin chorizo y 70g. de lentejas.
ü  Ensalada de pasta: mucha verdura de hoja verde, tomate, pepino, etc., pasta 60g., también se puede añadir frutos secos o queso de cabra.
ü  Patatas asadas con pollo al horno. 3 patatas medianas, cebolla, tomate y pollo.
ü  Potaje de garbanzos. Mucha espinaca, tomate, cebolla, jamón serrano y 70g. de garbanzos.
ü  Un plato de guisado de ternera o pavo. Cebolla, tomate, carne de ternera o pavo, judía verde, pimiento rojo y verde, guisantes y una patata mediana.
ü  Verduras a la plancha con pechuga de pollo más 40g. de pan.
ü  El domingo un plato de paella.

Advertencia: cocinar siempre con poco aceite, una cucharada sopera por plato.

Postre: fruta de temporada 150g. o yogur.

Meriendas:
Tostada con jamón york o queso fresco o 5 galletas mará con café con leche. (leche siempre desnatada).

Cenas:
Siempre un plato de verduras a la plancha o ensalada, o hervido, o puré de verduras de guarnición.
De segundo pescado a la plancha, carne roja a la plancha o tortilla francesa de 3 claras y una yema.

Postre: fruta de temporada 150g. o yogur.

MUCHA SUERTE Y DISFRUTA DE TODO EL PROCESO DE TU TRANSFORMACIÓN, NO SOLO DE LOS RESULTADOS. No harás algo bien si no disfrutas haciéndolo.





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