viernes, 22 de julio de 2016

¿Qué he hecho con mi vida hasta ahora?

Vivimos en una sociedad exigente y dinámica. La sociedad ha evolucionado a gran velocidad. Con ella hemos evolucionado las mujeres también. Hoy en día ya no basta con criar hijos y cuidar del hogar. La vida de la mujer actual está llena de muchas más facetas y de más colores. Es más divertido, pero también más complejo. Las mujeres ya no nos conformamos siendo solo mujer, esposa, madre. Expresamos libremente nuestra personalidad en todas sus tonalidades. La mujer del siglo XXI es un ser que se desarrolla como persona, como profesional y como mujer cuidadora del hogar. Es un ser socialmente activo a gran escala que cumple con una misión compleja y polifacética. Tenemos que estudiar y construir una carrera profesional brillante, tenemos que encontrar el amor y formar un matrimonio triunfal, tenemos que tener hijos y educarlos bien, tenemos que tener muchos amigos y ser alguien en este mundo tan vertiginoso. ¡Y todo esto para los 30! Una chica treintañera con un trabajo estable, con un novio con el que se compraron piso y planean tener hijos – esa es la viva imagen de una triunfadora. Pero desde luego que no todas llegamos a este punto a los 30, a veces ni a los 40, y ni siquiera los 50. Pero porqué entonces la cabeza no para de dar vueltas alrededor del mismo tema: “Todavía no tengo novio, me quedaré sola para toda la vida. O todavía no tengo trabajo y vivo en casa de mis padres.” Y surge la gran pregunta: ¿Y QUÉ HE HECHO CON MI VIDA HASTA AHORA? Si este es tu caso puede que lo que te está pasando es que los 30 están llamando a tu puerta. Y si no es este cumpleaños será el próximo. Pues junto con este cumpleaños llega la conocida crisis de los 30 años. O puede que no son los 30 sino que los 40. Yo lo llamaría la crisis de las décadas de media vida. Si no cumplimos determinadas expectativas lo que se siente es FRACASO. ¿Qué representa el fracaso? Es un intento fallido. Algo que tuvo su comienzo, su proceso de evolución y su final. Y este final no fue el esperado. En todo caso es algo que terminó. ¿Pero a caso tu vida ya ha concluido? En absoluto. Tu edad es tan solo una cifra. Las memorias de tu vida tienen muchas páginas en blanco. Y por ello has de comenzar. Comienza otra vez. Vuelve a intentar lo que no te salió. O comienza de cero un nuevo intento. Comienza a buscar tu pareja ideal, comienza a buscar el trabajo de tus sueños, comienza a buscar motivaciones, comienza a buscar ilusiones frescas que te devuelvan las ganas de vivir. Pero ahora quizá en tu cabeza surja un pensamiento fugaz como un destello: “Pero es que no quiero hacer nada.” Aun así hazlo. Haz lo que sea, aunque por ahora no te apetezca. ¿Te apetece comerte Balut? ¿Verdad que no? Porque no sabes lo que es. Es un plato exótico, huevos de pato fertilizados en fase de embrión, hervidos y servidos con cáscara. En lugares como Vietnam, Camboya y Filipinas es una de las delicias de los recetarios locales. Ellos están acostumbrados a comer esto, han creado este hábito desde la infancia. Sin embargo, tú que no lo has visto, ni lo has probado en tu vida, te parecerá ser hasta algo salvaje.  Al igual que cuando no haces nada, no te apetece hacer nada porque has creado el hábito de no hacer nada desde hace mucho tiempo. ¡Haz algo! Comienza por algo sencillo. Haz un curso de cocina online, por poner un ejemplo. De lo contrario, seguirás con este vacío existencial y un gran sentimiento de inutilidad. Las mujeres somos máquinas de ideas inspiradoras. Solo hay que ponerla en marcha. Si no haces nada, te conviertes en una máquina de ideas triste, cubierta de telarañas y la que nadie ve. Pero si empiezas algo hoy, mañana te convertirás en una máquina de ideas brillante sin la que nadie se imagina su existencia. ¡Actúa ya! Con la acción se despertará tu deseo de la acción. Con más deseo de la acción habrá más acción y con más acción aún más ganas de la acción. Es un ciclo. Ciclo que tan solo se interrumpe con la pereza y la no acción. Y tú eres la única que lo decide.

No tengas prisa en poner un punto final en las memorias de tu vida. Porque siempre puedes pasar página y escribir una nueva. Que estos 30, 40, 50 o los años que cumplas, sean tan solo un punto de inflexión para un gran y bello comienzo. Y démosle las gracias a esta maldita pregunta de ¿QUÉ HE HECHO CON MI VIDA HASTA AHORA? Porque precisamente esta pregunta es la que pone en marcha tu máquina de ideas y tu acción. 

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